En 1930 el Presidente del Consejo Deliberante de la ciudad de Posadas era el Dr. Pedro Raúl Fernícola, quien propuso la privatización de la “Usina Eléctrica Municipal”. Contaba con el apoyo político necesario entre los ediles y su propuesta fue aceptada.
El rumor surcó las calles y no faltaron sospechas entre la población y pronto llegó a los diarios y creció la agitación social de un pueblo que estaba pendiente y preocupado por su patrimonio y su bienestar. Esto motivó a un grupo de vecinos, los más comprometidos en las causas sociales que también contaban con la reputación de ser honestos y bien educados, conocedores de la ciudad y sus problemáticas sociales.
Estas personas convocaron una reunión en el “Teatro Español” a una “Asamblea de Ciudadanos”, en ella el clima emocional de los vecinos que asistieron se fue caldeando a medida que se sucedían los alegatos de los disertante que expusieron la situación, la opinión adversa a la privatización del bien público se generalizó y como contramedida a la decisión de los concejales la asamblea auto convocada eligió una Comisión para que organizara medidas de protesta y lograra la revocación de la venta de la Usina eléctrica de la ciudad que les proveía de luz y energía a toda la población a costo razonable gracias a la participación del municipio en los gastos de mantenimiento y gestión.
Los elegidos para formar esa Comisión anti privatización de la usina fueron: León Naboulet (Presidente), Eugenio Ayrault (vice presidente) y Aníbal Cambas (Secretario). Mientras tanto habiéndose difundido la noticia de la privatización del servicio público de energía de Posadas la principal interesada fue la Compañía Hispano Argentina de Electricidad, quien pronto mandó a sus representantes para que firmaran el contrato leonino con la ciudad de Posadas.
Pero nadie imaginaba que al transcender su presencia en el hotel Palace (Savoy) la ciudadanía indignada los intentaría echar de la ciudad, según el testimonio que nos legó Balbino Brañas: “el vecindario se lanzó a la calle y tuvo repetidos choque con los adictos a Fernícola. Tiros, pedradas y corridas policiales quebraron la monótona quietud de la ciudad […] La comisión popular movilizó a sus huestes y las llevó hasta el citado alojamiento donde amenazantes gritos y una lluvia de toda clase de objetos atemorizo a los visitantes que con la ayuda de la policía pudieron salir del hotel para eludir la ira del pueblo”.
Lejos de creer que los culpables de la situación eran los enviados de la empresa, los posadeños de entonces entendieron que sus dirigentes políticos no estaban sirviendo a la ciudad sino a mezquinos intereses personales, se habían corrompido. Fue así que el motín popular se materializó también frente a la casa del Intendente.
“Se repitieron allí las escenas registradas en el Palace Hotel. Fernícola abrió la puerta de su casa y pistola en mano encaró a la bulliciosa columna. Sonaron algunos tiros”. Sólo la presencia del Comisario y los agentes policiales pudieron dispersar a la multitud. Esa noche estaba prevista por integrantes de la Comisión una toma de la Municipalidad para oponerse contundentemente a la enajenación del bien público, pero por fallos de coordinación y comunicación ese hecho no se produjo.
El conflicto social escaló sin mermar en magnitud ni fuerza y alcanzó a la órbita de la Nación donde el Presidente Yrigoyen designó interventor municipal a un Comisionado Federal, el Sr. Arnoldo Elkin, esta intervención revisó los contratos y decidió cancelarlos, solo entonces se apaciguaron los ánimos del pueblo posadeño de entonces.
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