En el principio era la Yerba
Los pueblos originarios de las nacientes de la Cuenca del Plata tenían a la yerba mate como una planta muy destacada entre su repertorio de hierbas medicinales y consumibles. Era tan intensivo su uso y tan difundido como aliciente contra el hambre y cansancio que comenzó a generalizarse no solo por la inmensa mayoría de naturales, a quienes los colonizadores convirtieron en sus sirvientes, sino que estos le transmitieron la costumbre también a ellos y a las nuevas generaciones de criollos, creando el incremento creciente de la demanda en la medida que crecía también la población colonial, fundando así un mercado cada vez mayor de dicho producto.
La provisión de este nuevo producto comenzó a ser un negocio muy lucrativo y los españoles y criollos no tardaron en ver en la explotación de los yerbales, por medio de la mano de obra originaria, una potencial vía de enriquecimiento. Es así que comenzaron a explotar a los naturales. Los jesuitas pronto advirtieron que la modalidad de consumir yerba mate provocaba la explotación deshumanizada de los guaraníes por lo que intentaron prohibirla difundiendo que su ingesta era considerada “pecaminosa”.
Pasado el tiempo no sólo fracasaron en su intento de prohibición de bebidas elaboradas a partir de la yerba mate sino que ello se transformó en la costumbre característica de toda la Cuenca del Plata, cuya mayor proporción de población eran descendientes de originarios y mestizos criollos quienes consumían masivamente la yerba mate.
La disputa de los religiosos, sobre todo los jesuitas, con los explotadores de la mano de obra originaria, los encomenderos, devino en una marcada enemistad llegando a ser expulsados de Asunción, la principal ciudad de la Cuenca del Plata, a mediados del S XVII para luego ser restituidos.
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(transcripcion Documental)
Instrucciones que se dieron a los Representantes del Pueblo Oriental, para el desempeño de su encargo en la Asamblea Constituyente fixada en la Ciudad de Bs. As.
Primeramente pedirá la declaración de la independencia absoluta de estas Colonias, que ellas están absueltas de toda obligación de fidelidad a la Corona de España, y familia de los Borbones, y que toda conexión política entre ellas y el Estado de la España es, y debe ser totalmente disuelta.
Donde hoy se encuentra la ciudad de Posadas hace cuatro siglos se asentaban las aldeas de TERAPUA, AÑAPECE Y ÑAMANDÚ, tres mburubichas guaraníes que vivian aquí con sus extensas familias. Un día de 1614 vieron llegar a fuerza de remos a Roque González de Santa cruz, un religioso criollo que, para su sorpresa hablaba perfecto guaraní, le increparon, le cuestionaron ¿cómo se atrevía a venir adonde nunca antes había puesto pie español alguno? Le intimaron a que volviera por donde había venido, pero él les dijo que no venía a eso, sino “a mostrarles el camino al cielo”. Al poco tiempo Roque tenía una choza entre ellos junto a la laguna y les propuso levantar aquí una cruz y ellos con todo y ser infieles lo ayudaron. Partió entonces Roque a pedir autorización al Gobernador del Río de la plata para fundar aquí una reducción, pocos meses después regresó munido de una licencia que autorizaba la creación del poblado en este sitio. Aquel es el primer y único instrumento legal, oficial, emitido por una autoridad civil, que en nombre del rey ordena la FUNDACIÓN de un poblado en este territorio, lo que se realizó el 25 de marzo de 1615.
Sesquicentenario de la instalacion del primero organo de gobierno local en el marco de la soberanía nacional interrumpida
El 18 de Octuble de 2022 celebramos el 150 aniversario o sesquicentenario de la instalación del primer concejo municipal de nuestra ciudad, hecho que efectivamente sucedió un 18 de octubre de 1872 y representa el primer órgano de gobierno local erigido en territorio Posadeño, esto sin embargo no representa la Fundación de la Ciudad, ni del poblado ni el primer asentamiento sino la elección de autoridades que desde entonces por distintos procesos político se irán sustituyendo hasta nuestros días en el marco de instituciones de gobierno que fueron cambiando, modernizándose, complejizándose como la sociedad misma pero siempre en el ininterrumpido devenir de la soberanía nacional.
Por supuesto que la fundación del pueblo se remonta a siglos antes y su poblamiento es hasta hoy indeterminado y se pierde en la memoria de la pre historia misionera, se sabe solo que en el primer contacto con la cultura occidental cristiana los habitantes de este suelo que hoy se denomina (acertadamente o no) Posadas, fueron las tribus de los "mburuvishas" Terapúa Añapese y Ñamandu, fueron ellos quienes vieron llegar a Roque Gonzáles en el remoto 1614 y luego junto a Miguel Davila, su pequeño acompañante, en 1615 munido de una ordenanza y autorización del Gobernador del Río de la Plate que lo autorizaba a la creación de pueblos sobre el Paraná "en especial en el Itapúa" (que era un sitio no un cacique como a veces suele leerse).
El 6 de noviembre de 1977, una comitiva policial detuvo al changarín brasileño Manuel Dorneles, de 40 años, en el paraje Pindayty, de Aristóbulo del Valle. Lo acusaban de un abuso sexual que nunca pudo investigarse. Luego fue trasladado a la comisaría de 25 de Mayo, donde recibió terribles torturas que le ocasionaron la muerte. La única enfermera del pueblo, alcanzó a escuchar lo ocurrido y se atrevió a organizar a varios vecinos para realizar la denuncia judicial. El fiscal Roque Schwemberg, del juzgado de Oberá, investigó el caso y el entonces juez Ricardo Biazzi, dictó la prisión preventiva y terminó condenando a seis policías y un médico forense, quienes pasaron varios años presos en la colonia penal de Oberá.
Fue aquella, la primera vez en la República Argentina se condenaba a miembros de las fuerzas de seguridad por delitos enmarcados en lo que hoy se conocer como violencia institucional.
Al 45 años de este episodio olvidado, se publicará “El caso Dorneles”, un libro del periodista y escritor misionero Sergio Alvez, quien se abocó durante tres años al rescate y la investigación del caso, con el objetivo de poder narrar “la historia y el contexto de la primera condena judicial por violencia institucional en la República Argentina, una problemática compleja y plenamente vigente en democracia”, según señaló el autor.

A pesar de lo instaurado acerca del lugar donde Artigas cruzó el río Paraná sin saber que se dirigía a un forzado exilio de por vida. Debemos recordar que tambien existen autores que atribuyen a Itapúa, hoy Posadas, el ser el sitio por donde Artigas pasó al Paraguay.
Rengger en 1828 afirma que Artigas se presento en "en la ribera izquierda del Paraná, frente a la misión de Itapúa" donde pidio pasar, Martín de Moussy a mediados del S XIXdice que "se había presentado en Itapúa para cruzar" y Gregorio Funes tambien que "se presentó en frente de Itapuá" mas adelante los analizaremos brevemente.
No es nuestra intención polemizar en este punto, pero no puede menos que llamar nuestra atención, aunque más no sea para percibir el grado de preponderancia que aún tenía el paso de Itapúa, que suponiendo no sea el lugar por donde Artigas pasó al Paraguay, aun así, hizo a estos autores verse arrastrados en la inercia de atribuirle a este el ser la zona del tránsito de Artigas hacia las tierras paraguayas y no a otro sitio como se sostiene. No es nuestro objetivo preguntamos aquí, si debe investigarse aún o pueden ser descartados como erróneos estos testimonios que atribuyen al territorio de lo que hoy es Posadas, y en aquel entonces era el “paso de Itapúa”, como el último suelo argentino que pisará Artigas previo a su exilio en Paraguay, pero los mencionamos pues su reiteración es mínimamente una situación que obliga a mantener con un grado de incertidumbre los supuestos hoy tan vigentes que, reiteramos, aquí no abordamos ni indagamos con criterio de rigurosa investigacion, solo nos llama la atencion que estos testimonios van a contrapelo del saber historico mas expandido y poco citados en estudios sobre el Artiguismo.
En todo caso la sola existencia en reiteradas ocasiones de esta afirmación denota una acentuada tendencia a atribuirle este tipo de hechos relevantes como de muy probable realización en este sitio y no en otro, una tendencia a adjudicar a Itapúa un carácter relevante como coyuntura de caminos, con tránsito frecuente o el ser un paso tradicional, institucionalizado, el lógico circuito, canal por donde siempre se encausan este tipo de hechos históricos en nuestra región. Esto es una constante inclinación interpretativa en los autores que como veremos en estos casos y más adelante siempre terminan concluyendo en Itapúa como el lugar por el que transitan ellos mismos o quienes son el objeto de su estudio.
A lo largo de nuestra historia como provincia pequeña periférica y, hay que decirlo, pobre, las distintas gestiones nacionales han soslayado las necesidades de nuestro territorio en mayor o menor medida; así no pocas veces estas necesidades verdaderamente básicas como las escuelas, el agua potable, la energía eléctrica, se realizan a partir de gestiones de los individuos que toman como compromiso personal resolver estas acuciantes situaciones de falencias, un grupo que se destaca en este tipo de actuar comprometido con la comunidad son los docentes; maestros, maestras, profesores en general que estando en contacto con jóvenes de distintos estratos sociales de la ciudad perciben desde primera fila la insatisfacción o frustración de estos futuros adultos, ciudadanos de un territorio que no tiene un futuro promisorio que ofrecerles, y se proponen a cambiar esta situación así como han cambiado a estos jóvenes por medio de la educación.
Un 16 de diciembre de 1811 se dio a conocer el censo que solicitó José Artigas en el marco del éxodo del pueblo oriental, hoy se cumple 210 años de ese documento. No quería dejar de pasar la oportunidad de esta fecha, (no como efeméride) como un disparador para quien quiera conocer o estudiar los acontecimientos que son parte de nuestra historia regional durante el siglo XIX.
Entre las tensiones por el éxodo del pueblo oriental.
1811 es un año convulsionado para el Litoral y el Rio de la Plata. Se suma la Banda Oriental al proceso revolucionario iniciado y liderado por Buenos Aires en 1810, sin embargo ante los intentos de ocupar la ciudad de Montevideo fracasan, ésta se mantiene firme junto a los “realistas”.
En este marco se producen varios hechos que serán muy importantes para entender la dinámica de los siguientes años. El virrey Francisco Xavier Elío entabla negociaciones con los portugueses, es decir los lusitanos avanzan, mientras, firma un armisticio con Buenos Aires, en el medio la campaña de la Banda Oriental queda expuesta a esta situación. Artigas se encuentra ante uno de los acontecimientos más importante de la época, el llamado éxodo del pueblo oriental (también conocido como “La Redora”).
Al pasar por la residencia de los Palacios, la la vendedora de verduras oculta sin que nadie vea una tacuarita entre el hueco de unos árboles. Dentro del pequeño tubo de cáñamo hay enrollados retazos de papel cuidadosamente escondidos. Son las esquelas de amor que Horacio Quiroga le dedica a la bonita Ana María, de quien estaba perdidamente enamorado. El cuentista uruguayo se las ingeniaba para entregárselas a la verdulera con las convenidas instrucciones de lo que debía hacer. Pero la nota romántica no llegó a manos de Ipe, como le decían a la menor de la familia, ya que fue incautada por su hermano Jesús, administrador del importante establecimiento yerbatero La María Antonia.
En La María Antonia se producía yerba mate por medio del cultivo. Sus verdaderos dueños eran los venezolanos Herrera Vegas, radicados en Buenos Aires desde 1871. El patriarca de la familia casó a sus hijos con las niñas Pereyra Iraola, reconocidos terratenientes y hacendados porteños. Los dos apellidos formaron un poderoso clan económico con sólidos negocios repartidos por todo el país. Se dedicaban a la ganadería, a la agricultura; poseían tambos, curtiembres, caballerizas y viñedos. También incursionaron en la explotación minera y la refinería. En el Alto Paraná fundaron una empresa llamada Propiedad Tierras y Maderas del Iguazú, que contaba con 90.000 hectáreas de explotación de selva.
La cuestión sobre qué es una biblioteca popular requiere, en consecuencia, pensar en un lugar practicado por lectores y bibliotecarios. Se trata de extender un análisis sobre los modos en que estos actores le dieron sentido a las instituciones a través de sus decisiones, rituales, tiempos, costumbres, criterios y reglas
Javier Planas

Rafael Barrett es un afamado autor de nacionalidad española pero que vino muy joven a la Argentina, luego fue al Paraguay donde se casó y se desempeñó como periodista principalmente; a él debemos maravillosos relatos de “lo que son los yerbales” y otras semblanzas de nuestra región. Su mirada rica en experiencia y conocimientos tomó nota de las particularidades de la idiosincrasia del nativo de estos trópicos.
Traemos hoy, no una investigación histórica sino una reflexión suya de hace más de un siglo que bien podría servir como criterio interpelador de actitudes que nos caracterizan aun hoy. Se trata de un artículo suyo publicado en el diario “Rojo y Azul” en 1907. Barrett observa, describe y reflexiona sobre una triste práctica que no pocas veces se mantiene en algunas ciudades de nuestra provincia.
¿Por qué el escudo de Posadas lleva tanto el año 1615 como el de 1870? El concepto fundacional no puede aplicarse a dos hechos históricos diacrónicamente distantes, si un poblado se funda y luego se “funda” de nuevo, este segundo hecho es una refundación o a lo sumo una segunda fundación, aun asi en estos dias el concepto de fundación se usa indiscriminadamente para referirse a ambos sucesos a pesar de estar separados por más de dos siglos y medio de historia.
Veamos entonces a qué motivo responde la instalación del concepto de “fundación” a la fecha de 1870.
Un 12 de Octubre de 1917 es fundada la colonia Bella en una propiedad comprada al terrateniente Argentino Pastor S. Obligado.
Colonia de origen alemán, fundada por Erdmann Fischer y José Bohn, la misma fue adquirida un año antes a Pastor Servando Obligado. Luego de la Guerra Contra la Triple Alianza (1865-1870), el Paraguay queda devastado, por lo que el Gobierno del Paraguay incentiva la inmigración de ciudadanos extranjeros. Esta circunstancia estimula el interés de tierras por parte de inmigrantes germanos y brasileños, dándose la creación de las colonias.
En la variada documentación de origen jesuítico aparece reiteradamente un concepto: "la necesaria policía" que debería existir en los pueblos. En un memorial de uno de los provinciales de los jesuitas que visitó los pueblos de las misiones en la primera mitad del siglo XVIII se ordenó por ejemplo talar todo tipo de árboles, arbustos, montecillos, malezas, etc., que pudieran haber en el entorno de los pueblos para evitar que hubieran escondites donde los guaraníes pudieran evadir la necesaria policía que debía regir en el pueblo. Es decir había vigilancia y control sobre la vida cotidiana en las reducciones. Y por supuesto el castigo, ejecutado como escarnio público en la plaza del pueblo, en un instrumento monolítico clavado en la plaza, una columna que podría ser de madera o piedra que recibía el nombre de "Rollo de Justicia". Estaba allí a la vista de todos, en ese gran espacio abierto que era la plaza de la reducción, recordando cotidianamente que cualquiera podría terminar allí recibiendo los azotes correspondientes al "delito" cometido.
La vergogna de la civiltá argentina
En su edición N° 20, el periódico anarquista Culmine dedica casi una página entera en describir la tremenda explotación a la que están sometidos los mensús allá lejos en el Alto Paraná. Es abril de 1927 y en Buenos Aires los trabajadores siguen día a día las noticias sobre el famoso caso de los obreros italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, condenados a muerte en Estados Unidos bajo la falsa acusación de haber participado en un asalto a pagadores de una fábrica en Massachusetts. En la capital, esperan el gran mitin de protesta a llevarse a cabo en las próximas semanas contra el infame veredicto. La policía porteña sabe de los preparativos y ya empieza a perseguir agitadores y clausurar locales gremiales.
Léonie Matthis había nacido en Francia, más precisamente en Troyes, al decir de su biógrafo Ignacio Gutierrez Zaldivar una “ciudad donde pocas veces en el año brilla el sol y todo remite al pasado”. segunda de cuatro hermanas de un matrimonio formado por un padre alemán y una madre francesa, nació el 13 de mayo de 1883, no asistió al colegio fue educada en su casa, desde niña la pequeña Leonide de inclinó hacia la pintura, a los 15 años viajó a París para continuar su formación en artes plásticas aconsejada por sus maestros de Troyes que vieron en ella un innato talento para las artes plásticas, para su fortuna en 1904 se admitieron por primera vez mujeres en los claustros académicos y Léonie fue una de ellas. en París a pesar de su corta edad vivía sola, ganó una beca para estudiar en la academia francesa en la villa Medici en Roma.
Solía pasar los veranos en España dado que su hermana se había casado con un español y vivían allí, fue en uno de eso veranos en 1910 cuando pintando en La Alhambra conoció a Francisco Villar, también pintor nacido en Asturias pero radicado en Argentina desde los 11 años. Villar se formó en la escuela de bellas artes de Bs As, era un retratista muy requerido por la sociedad porteña de principios de siglo XX, quien había regresado a España con motivo de una gira de exposiciones que lo llevaron por ciudades europeas y de norteamérica, cuando regresó a Argentina su relación continuó en el plano epistolar dos años después Leonie se embarca hacia Buenos Aires

Durante la primera mitad del siglo XIX, la inestabilidad política y rivalidades entre Argentina, Brasil y Paraguay, - por entonces estados nacionales en formación- sobre el espacio misionero se dirimieron luego de la Guerra de la Triple Alianza. El fortín paraguayo de Trincheras de San José (hoy ciudad de Posadas) fue un punto estratégico antes y durante la contienda y el rol que jugó en el espacio permitió la formación de un poblado tras la expulsión de los paraguayos en los primeros años de la posguerra, desde donde se organización expediciones que partieron en busca de yerba mate para abastecer primero a las necesidades de las tropas aliadas y luego al incipiente mercado argentino.
El comercio en los primeros años de posguerra dio origen a una “primera generación” de una “elite local” que circuló en los ámbitos del poder político así como en la actividad extractiva de la yerba mate en la región Alto Paranaense que también defendió sus intereses motivados en la apropiación del espacio y los recursos económicos que motivaron el arbitraje con la intervención primero del Estado provincial y luego nacional para la reorganización urbana tras la mensura del pueblo y finalmente la creación del Territorio Nacional de Misiones.
Misiones fue por mucho tiempo sino ahora mismo un lugar recóndito y alejado de todo centro de escena política y mucho más política internacional (y quiera dios que lo siga siendo) así por ejemplo bandidos correntinos, cuatreros uruguayos, revolucionarios brasileños, comunistas paraguayos, nazis alemanes, guerrilleros bonaerenses en general, han buscado y muchas veces con éxito, escondite permanente en Misiones, pero poco conocido es el caso de inmigrantes de acento francés, un tanto atípicos que llamaron la atención entre la década del 60 y el 80 allá por picada San Martín y por el centro de Posadas. Este relato traído por un muy activo miembro de nuestra comunidad de amantes de la historia regional, que tiene toda la verdad de un anécdota pueblerino transmitido de boca en boca, la entrevista informal y el ir atando cabos sueltos; pero no se extrañe nadie que como en anteriores casos este artículo despierte la inquietud de investigadores que sumen documentación y sistematicen esta historia y la lleven al mundo académico.
Mientras los obreros de San Ignacio continuaban en lucha contra los plantadores y la Liga recientemente creada, en febrero de 1921 se denunciaba un hecho sangriento ocurrido en el territorio de Misiones. En el obraje Puerto Istueta, en el Alto Paraná, a unos de 200 km San Ignacio, dos peones habían sido brutalmente golpeados y degollados.
De acuerdo a versiones recogidas por el corresponsal de La Organización Obrera, el asesinato sucedió en el obraje propiedad de Carlos Antonio Sirito, cuando los obreros Fausto Ríos y Leandro Villalba protestaron y pidieron mejoras en sus salarios. El patrón pagaba jornales muy por debajo del mínimo, y con apoyo de la policía del lugar al mando de un oficial de apellido Juárez, Sirito hizo secuestrar a Ríos y Villalba. Los mantuvo atados en un sótano varios días, bajo la atenta vigilancia de unos gendarmes.
Guillermo Kaul Grünwald fue la persona que gestionó, organizó y sistematizó la Biblioteca Especializada mejor dotada de la provincia de Misiones, que rescata del pasado y de la destrucción hasta nuestros días libros invaluables. El trabajo de recopilación bibliográfica —que le llevó casi el tercio de su vida—, formaba parte de su proyecto intelectual y se inscribió en un contexto que estaba marcado por un fuerte movimiento social e intelectual.
Es, además, autor de autores porque estableció un canon de la literatura provincial, es decir que calificó de centrales ciertos textos y no otros, seleccionando aquellos que se reprodujeron a través de la escritura, no así de la oralidad.
Marcó hitos en la historia de Misiones, a través de la fundación de centros culturales y de investigación, dejándonos su legado en libros, escritores e investigadores.
Al finalizar la Guerra de la Triple Alianza, los Estados comenzaron a disputar las nuevas fronteras e iniciaron una serie de viajes exploratorios de reconocimiento de los principales recursos económicos existentes – en especial los yerbales silvestres–. La elite local Posadeña compuesta fundamentalmente por comerciantes minoristas que acompañaron los ejércitos aliados y acumulo capitales en la contienda fue la que impulsó acciones tendientes a resguardar sus intereses comerciales. El vasto territorio era mayormente desconocido y se sabía de la existencia de tribus hostiles al contacto con las sociedades nacionales.
En ese contexto “el pacto de la selva” que acordado en 1875 entre los indígenas y los empresarios yerbateros posibilitó la “pacificación de una amplia zona económica que comenzó a ser incursionada. El nuevo proceso desencadenado condujo a la proletarización de los nativos y consolido las bases de acumulación asi como las alianzas de intercambio-reciprocidad entre la elite local posadeña de la primera generación con la elite local de la segunda generación que se apropio fundamentalmente de la tierra a partir de 1880.

En estas líneas la intención es hacer un somero y breve recorrido sobre la problemática de género en nuestra región a través del tiempo, haciendo uso de citas textuales de testigos presenciales de las diferentes etapas de este relato.
La problemática del genero a mi entender esta completamente arraigado en nuestra sociedad desde su génesis misma por eso es que esta batalla esta tan ardua y difícil. Pues en muchos caso esta invisibilidad o en casos aún mucho peor su cosificación está hondamente enraizada en los discursos. Y solo a modo de muestra me atrevo a tomar unas líneas de unos historiadores contemporáneos que naturalizan estas ideas en frases como estas:
… al comienzo hubo escasez de mujeres para formar familia como el cristianismo manda. Esta situación fue suplida por las indias guaraníes con las que los blancos se amancebaron o casaron dando lugar a un activo mestizaje que testigos de la época calificaran a la ciudad de Asunción como “el Paraíso de Mahoma” por qué cada conquistador tenía muchas mujeres… 1
En 1930 el Presidente del Consejo Deliberante de la ciudad de Posadas era el Dr. Pedro Raúl Fernícola, quien propuso la privatización de la “Usina Eléctrica Municipal”. Contaba con el apoyo político necesario entre los ediles y su propuesta fue aceptada.
El rumor surcó las calles y no faltaron sospechas entre la población y pronto llegó a los diarios y creció la agitación social de un pueblo que estaba pendiente y preocupado por su patrimonio y su bienestar. Esto motivó a un grupo de vecinos, los más comprometidos en las causas sociales que también contaban con la reputación de ser honestos y bien educados, conocedores de la ciudad y sus problemáticas sociales.
Estas personas convocaron una reunión en el “Teatro Español” a una “Asamblea de Ciudadanos”, en ella el clima emocional de los vecinos que asistieron se fue caldeando a medida que se sucedían los alegatos de los disertante que expusieron la situación, la opinión adversa a la privatización del bien público se generalizó y como contramedida a la decisión de los concejales la asamblea auto convocada eligió una Comisión para que organizara medidas de protesta y lograra la revocación de la venta de la Usina eléctrica de la ciudad que les proveía de luz y energía a toda la población a costo razonable gracias a la participación del municipio en los gastos de mantenimiento y gestión.

Si bien el decreto de expulsión lo firma Carlos III en de 1767; en nuestro territorio no se realizo sino hasta 1768. La Expulsión y el exilio de los jesuitas de los dominios de Carlos III es un acontecimiento histórico, entre 1767 y 1768, como consecuencia de una ola de anti jesuitismo a nivel europeo, los ignacianos portugueses fueron expulsados en 1759, la supresión de la Compañía de Jesús en Francia fue en 1764, la expatriación de estos religiosos de España, Parma y Nápoles en 1767 y en América un año después. Para culminar con la extinción total de la orden religiosa a nivel mundial decretada por el Vaticano en 1773.