La cuestión sobre qué es una biblioteca popular requiere, en consecuencia, pensar en un lugar practicado por lectores y bibliotecarios. Se trata de extender un análisis sobre los modos en que estos actores le dieron sentido a las instituciones a través de sus decisiones, rituales, tiempos, costumbres, criterios y reglas
Javier Planas

Rafael Barrett es un afamado autor de nacionalidad española pero que vino muy joven a la Argentina, luego fue al Paraguay donde se casó y se desempeñó como periodista principalmente; a él debemos maravillosos relatos de “lo que son los yerbales” y otras semblanzas de nuestra región. Su mirada rica en experiencia y conocimientos tomó nota de las particularidades de la idiosincrasia del nativo de estos trópicos.
Traemos hoy, no una investigación histórica sino una reflexión suya de hace más de un siglo que bien podría servir como criterio interpelador de actitudes que nos caracterizan aun hoy. Se trata de un artículo suyo publicado en el diario “Rojo y Azul” en 1907. Barrett observa, describe y reflexiona sobre una triste práctica que no pocas veces se mantiene en algunas ciudades de nuestra provincia.
¿Por qué el escudo de Posadas lleva tanto el año 1615 como el de 1870? El concepto fundacional no puede aplicarse a dos hechos históricos diacrónicamente distantes, si un poblado se funda y luego se “funda” de nuevo, este segundo hecho es una refundación o a lo sumo una segunda fundación, aun asi en estos dias el concepto de fundación se usa indiscriminadamente para referirse a ambos sucesos a pesar de estar separados por más de dos siglos y medio de historia.
Veamos entonces a qué motivo responde la instalación del concepto de “fundación” a la fecha de 1870.
Un 12 de Octubre de 1917 es fundada la colonia Bella en una propiedad comprada al terrateniente Argentino Pastor S. Obligado.
Colonia de origen alemán, fundada por Erdmann Fischer y José Bohn, la misma fue adquirida un año antes a Pastor Servando Obligado. Luego de la Guerra Contra la Triple Alianza (1865-1870), el Paraguay queda devastado, por lo que el Gobierno del Paraguay incentiva la inmigración de ciudadanos extranjeros. Esta circunstancia estimula el interés de tierras por parte de inmigrantes germanos y brasileños, dándose la creación de las colonias.
En la variada documentación de origen jesuítico aparece reiteradamente un concepto: "la necesaria policía" que debería existir en los pueblos. En un memorial de uno de los provinciales de los jesuitas que visitó los pueblos de las misiones en la primera mitad del siglo XVIII se ordenó por ejemplo talar todo tipo de árboles, arbustos, montecillos, malezas, etc., que pudieran haber en el entorno de los pueblos para evitar que hubieran escondites donde los guaraníes pudieran evadir la necesaria policía que debía regir en el pueblo. Es decir había vigilancia y control sobre la vida cotidiana en las reducciones. Y por supuesto el castigo, ejecutado como escarnio público en la plaza del pueblo, en un instrumento monolítico clavado en la plaza, una columna que podría ser de madera o piedra que recibía el nombre de "Rollo de Justicia". Estaba allí a la vista de todos, en ese gran espacio abierto que era la plaza de la reducción, recordando cotidianamente que cualquiera podría terminar allí recibiendo los azotes correspondientes al "delito" cometido.
La vergogna de la civiltá argentina
En su edición N° 20, el periódico anarquista Culmine dedica casi una página entera en describir la tremenda explotación a la que están sometidos los mensús allá lejos en el Alto Paraná. Es abril de 1927 y en Buenos Aires los trabajadores siguen día a día las noticias sobre el famoso caso de los obreros italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, condenados a muerte en Estados Unidos bajo la falsa acusación de haber participado en un asalto a pagadores de una fábrica en Massachusetts. En la capital, esperan el gran mitin de protesta a llevarse a cabo en las próximas semanas contra el infame veredicto. La policía porteña sabe de los preparativos y ya empieza a perseguir agitadores y clausurar locales gremiales.
Léonie Matthis había nacido en Francia, más precisamente en Troyes, al decir de su biógrafo Ignacio Gutierrez Zaldivar una “ciudad donde pocas veces en el año brilla el sol y todo remite al pasado”. segunda de cuatro hermanas de un matrimonio formado por un padre alemán y una madre francesa, nació el 13 de mayo de 1883, no asistió al colegio fue educada en su casa, desde niña la pequeña Leonide de inclinó hacia la pintura, a los 15 años viajó a París para continuar su formación en artes plásticas aconsejada por sus maestros de Troyes que vieron en ella un innato talento para las artes plásticas, para su fortuna en 1904 se admitieron por primera vez mujeres en los claustros académicos y Léonie fue una de ellas. en París a pesar de su corta edad vivía sola, ganó una beca para estudiar en la academia francesa en la villa Medici en Roma.
Solía pasar los veranos en España dado que su hermana se había casado con un español y vivían allí, fue en uno de eso veranos en 1910 cuando pintando en La Alhambra conoció a Francisco Villar, también pintor nacido en Asturias pero radicado en Argentina desde los 11 años. Villar se formó en la escuela de bellas artes de Bs As, era un retratista muy requerido por la sociedad porteña de principios de siglo XX, quien había regresado a España con motivo de una gira de exposiciones que lo llevaron por ciudades europeas y de norteamérica, cuando regresó a Argentina su relación continuó en el plano epistolar dos años después Leonie se embarca hacia Buenos Aires

Durante la primera mitad del siglo XIX, la inestabilidad política y rivalidades entre Argentina, Brasil y Paraguay, - por entonces estados nacionales en formación- sobre el espacio misionero se dirimieron luego de la Guerra de la Triple Alianza. El fortín paraguayo de Trincheras de San José (hoy ciudad de Posadas) fue un punto estratégico antes y durante la contienda y el rol que jugó en el espacio permitió la formación de un poblado tras la expulsión de los paraguayos en los primeros años de la posguerra, desde donde se organización expediciones que partieron en busca de yerba mate para abastecer primero a las necesidades de las tropas aliadas y luego al incipiente mercado argentino.
El comercio en los primeros años de posguerra dio origen a una “primera generación” de una “elite local” que circuló en los ámbitos del poder político así como en la actividad extractiva de la yerba mate en la región Alto Paranaense que también defendió sus intereses motivados en la apropiación del espacio y los recursos económicos que motivaron el arbitraje con la intervención primero del Estado provincial y luego nacional para la reorganización urbana tras la mensura del pueblo y finalmente la creación del Territorio Nacional de Misiones.